martes, 6 de octubre de 2009

Adrián Domenech : "Éramos el equipo del pueblo"

Fue capitán del Argentinos Juniors campeón del Metro '84 y subcampeón del mundo. Dice que la clave fueron los grandes jugadores de aquel plantel y recuerda aquellos días de gloria.

El mote de "Bicho Colorado" surgió debido a los continuos batacazos y dolores de cabeza que Argentinos Juniors le daba a los equipos grandes de Argentina. Años después, un grupo de jugadores lo reafirmaría enfrentando de igual a igual a la Juventus de Italia, club en el que brillaban, entre otros, el francés Michel Platini y el danés Michael Laudrup, en aquella final de la Copa Intercontinental del ’85.
El Argentinos Juniors de la década del ’80 era el club que el pueblo amante del buen fútbol quería ir a ver, era sensación, una especie del Huracán subcampeón 2009 de Ángel Cappa. "Tanto el hincha de River como el simpatizante de Boca se sentía identificado con el estilo de juego del plantel campeón de América de 1985". Palabras salidas de la boca de Adrián "el Ruso" Domenech, ex capitán del equipo que, con la ayuda y la sabiduría de grandes técnicos como Ángel Labruna, Roberto Saporiti -este último entrenador del Argentinos conquistador del Metropolitano del ’84- vivió los años más gloriosos del club que vio nacer al mejor de todos los tiempos, Diego Maradona. José Yudica fue el hombre que terminó de conformar y solidificar al grupo que consiguió los máximos logros en el Bicho, luego de la renuncia de Saporiti. De la mano de jugadores como Claudio Bichi Borghi, Carlos Lemme, Jorge Olguín, Sergio Batista, Emilio Comisso y Domenech, el club se adjudicó el torneo Nacional del ’85, la Copa Libertadores de América en el mismo año y fueron "reyes sin corona" de la Copa Intercontinental, quedando en el segundo puesto tras un agónico empate que desembocó en una definición por penales.
En una charla de café, Domenech compartió con Terreno de Palabras el relato de la hazaña que consiguió un equipo al que ningún hincha le metía presión para lograr los pergaminos obtenidos.Claro, eran otros tiempos ...

-¿Qué recuerdos le trae aquella experiencia?
- Me acuerdo que cuando volvimos de jugar el último partido de la Copa contra América de Cali, nos dieron un par de días para hacer una preparación que eran básicamente entrenamientos de doble turno en el predio de Adidas, en Tortuguitas. Y después, los primeros días de diciembre viajamos a Japón. No todos tienen la suerte de ser campeones de América, y ser uno de esos pocos, es importantísimo en la trayectoria personal.

-Y más con un club como Argentinos.
- Claro, ni nuestros propios hinchas nos presionaban para ganarla. Todos respetaban a aquel equipo por el estilo de juego bien definido que tenía, al cual siempre le fuimos fieles, queríamos llegar a lo más alto pero sin exigencias. Pero ojo que después de consagrarnos, los otros clubes nos jugaban diferente.

-¿Qué tenía aquel equipo?
- Excelentes jugadores. A veces se dan campeonatos en planteles limitados técnicamente, y sin embargo, una buena mentalidad, preparación y obediencia táctica, te hace conseguir otras cosas. Ese equipo tenía una riqueza futbolística importante, deportistas que eran muy buenas personas, y conformamos un grupo humano sensacional, entonces era una mezcla rara pero que funcionó terriblemente. La mayoría chicos que veníamos de las inferiores, teníamos 23, 24 años, caso Checho (Batista), Bichi (Borghi), y algunos más, y muchas ganas de ser campeones. Nos juntaron con jugadores consagrados como Juan José López, Jorge Olguín, Pavoni, el Nene Comisso. Un conjunto con una personalidad muy definida. Sé todo lo que conseguimos como grupo, lo que se peleó para instalarse en el medio, y yo tuve el honor de haber sido el capitán. Éramos jugadores al servicio del club, tirábamos todos para el mismo lado.

-¿Cómo jugaba el Argentinos del ‘85?
- Le agregábamos un protagonismo especial. Teníamos mentalidad ofensiva, actitud ganadora importante que nos hacía ir a buscar a todos. Cuando teníamos la pelota tratábamos de darle el destino correcto, buscar al compañero mejor ubicado, nos manejábamos de manera asociada en el campo de juego. Pelota al piso, toques, y cuando no la teníamos, presionábamos para recuperarla.

-¿Una especie del Huracán subcampeón Clausura 2009?
- Seguí la última campaña del Globo y la verdad es que me hizo acordar mucho a nuestro plantel. A Huracán le pasó algo similar, a todo el mundo le gustó como jugó el equipo de Cappa, y nosotros éramos el que le gustó al pueblo, todos se identificaban con nuestro estilo.Pero en esos años, el periodismo dividía a los clubes en dos escuelas. A nosotros nos relacionaban con lo bohemio, con lo lírico, el buen juego, algo que no comparto para nada. Pero había otros equipos como Estudiantes, Ferro, que eran del "otro bando", del de Carlos Bilardo, que tenían muy buenos jugadores, como Beto Márcico, el Gallego González, Marcelo Acosta, tipos muy técnicos. En ese momento te encasillaban, eras de una vereda o de la otra.

-¿Volverías a dirigir la Primera de Argentinos?
- Sinceramente hoy no tengo ganas, no tengo eso como objetivo. En ese momento tampoco era mi intención hacerme cargo del equipo, pero fue una circunstancia, tuve que cumplir una función que no deseaba pero que era la que me correspondía porque el club lo necesitaba, estaba en una Promoción y nadie quería hacerse cargo de ella. No le esquivé el bulto para nada y salí exitoso de aquel mal momento, pero para los dirigentes, jugadores, hinchas, no había otra persona que yo y si no lo hacía iba a parecer un nene caprichoso. Siempre con la intención de volver a ejercer la función que venía cumpliendo antes de dirigir en Primera, que era el manejo de todo el fútbol amateur, yo soy una especie de manager.

-¿Cómo ves al Bichi como DT del club?
-Es un técnico muy motivador. Él de por sí contagia, como jugador le pasaba lo mismo, aparte tiene una manera de pensar y opinión muy particular, la cual comparto y por eso me agrada, y transmite de esa manera.

Lucila Filippo

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